4 Señales de una válvula de control del ralentí defectuosa (y el coste de su sustitución)
En los vehículos modernos, decenas de sensores, solenoides y válvulas se encargan de que todo funcione como debe. Una de estas válvulas es la válvula de control del ralentí, también conocida como válvula IAC. Puede que no sea la parte más glamurosa de tu motor, pero mantiene las cosas funcionando sin problemas. Si está causando problemas, tienes que arreglarlo.
A continuación hemos enumerado los cuatro síntomas más comunes de una válvula de control del ralentí defectuosa, antes de ver qué hace y dónde encontrarla. Si descubres que la válvula de control del ralentí de tu coche está averiada, te daremos una idea de cuánto puedes pagar, para que no te timen en el taller.
El síntoma más común de una válvula de ralentí defectuosa es un ralentí irregular y el encendido de la luz de advertencia del motor en el salpicadero. Si la válvula IAC está defectuosa, también puedes notar una fluctuación del régimen de ralentí o un calado del motor al ralentí.
Aunque estos son los síntomas más comunes, no son los únicos a los que debes prestar atención. A continuación hemos analizado los cuatro síntomas más comunes de una válvula de ralentí defectuosa.
Síntomas de una válvula de control del aire de ralentí (IAC) defectuosa
1. Luz de aviso del motor

Hay muchos sensores en tu coche. Por tanto, no es de extrañar que uno de ellos controle la válvula de control del ralentí. En cuanto algo va mal, envía una señal al ECM para informar del problema.
El código más común es el P0505, que indica un mal funcionamiento del sistema de control del ralentí. Aunque éste es el código de control del motor más común, no es el único que puede indicar una válvula de control del ralentí defectuosa.
2. Fluctuación de la velocidad de ralentí

La válvula de control del ralentí de tu coche está diseñada para mantener un ralentí suave. Por tanto, es natural que el ralentí fluctúe si no funciona correctamente. Depende del problema de la válvula, pero la fluctuación del ralentí es uno de los síntomas más comunes.
Recuerda que el ralentí fluctuará aún más si enciendes o apagas los accesorios, porque sin una válvula de control del ralentí, el ECM no puede adaptarse a los cambios de carga.
3. El motor no funciona bien al ralentí

La finalidad de la válvula de control del ralentí es garantizar un ralentí suave. Sin embargo, si la válvula está atascada en una posición abierta, cerrada o intermedia, puedes experimentar un ralentí irregular. Es posible que puedas "resolver" este problema haciendo funcionar el motor al ralentí a diferentes niveles o apagándolo. Pero en realidad no estás resolviendo el problema, sólo lo estás ocultando.
Recuerda que el ralentí del motor asociado a una válvula de control del ralentí defectuosa se debe al aire o al exceso de aire, no a un fallo de encendido u otras condiciones más graves. Si es así, indica un problema más profundo que debes investigar, aunque tengas que sustituir la válvula de ralentí.
4. El motor se cala

Cuando la válvula de control del ralentí de tu coche está tan dañada que ya no puede adaptarse a las diferentes condiciones. Así, mientras que en algunas condiciones no hay problema, en otras el motor puede calarse completamente.
Cualquier cosa, desde un cambio de altitud hasta encender el aire acondicionado, puede hacer que el motor se cale porque no puede adaptarse a las diferentes condiciones. Es un caso raro, a no ser que tu coche tenga la válvula de control del ralentí completamente perforada, pero incluso esto no es infrecuente.
La función de una válvula de control del ralentí

La válvula de control del ralentí de tu coche tiene en cuenta cualquier desviación y ajusta el régimen de ralentí de tu motor para mantenerlo en funcionamiento. Puede que no sea la pieza más bonita, pero sin ella, tu motor puede calarse y pueden producirse todo tipo de problemas de rendimiento.
Te has acostumbrado a que tu motor mantenga unas RPM constantes hagas lo que hagas, pero sin una válvula de control de ralentí no podría hacerlo.
Esto se debe a que el régimen de ralentí de tu motor se ve afectado por una serie de factores. Todo, desde la altitud actual hasta el número de accesorios que utiliza el motor, puede afectar al régimen de ralentí.
Posición de la válvula de control de la velocidad de ralentí

La válvula de control del ralentí de tu coche suele estar integrada en el cuerpo del acelerador de los motores modernos. En los motores más antiguos, era una unidad externa montada en algún lugar de la zona del conducto de admisión. Desde aquí, puede regular fácilmente el flujo de aire al motor para un ralentí suave, independientemente de las condiciones del motor y del ambiente.
La buena noticia es que suele estar situado cerca de la parte superior del motor, por lo que es fácil de alcanzar si quieres sustituirlo tú mismo. Hay pocas piezas más fáciles de alcanzar que la válvula de control del ralentí.
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Coste de la sustitución de la válvula de control del ralentí
El coste de la sustitución de la válvula de control del ralentí en los medios de comunicación es de entre 100 y 500 dólares Ten en cuenta que este coste puede variar en función del vehículo que conduzcas y de dónde lo lleves a reparar. Aunque esto pueda parecer una gran diferencia de coste, se debe casi exclusivamente a los diferentes precios de las piezas de recambio.
Puedes encontrar una válvula de control del ralentí en el mercado de accesorios por entre 50 y 400 dólares, y puede que tengas que gastar incluso más si quieres una pieza OEM. Los calados, en cambio, suelen tener un precio bastante razonable, entre 50 y 100 dólares.
Sin embargo, esto significa que si intentas ahorrar un poco haciendo el trabajo tú mismo, no ahorrarás mucho en comparación con el coste total de la reparación. La buena noticia, sin embargo, es que hay algunas piezas que son más fáciles de sustituir.
Por lo general, lo único que tienes que hacer es aflojar un solo tornillo del sensor antiguo y hacer palanca con cuidado. Luego sólo tienes que atornillar el nuevo sensor y enchufarlo. Por último, asegúrate de desconectar la batería antes de retirar el sensor antiguo.
Esto no sólo evita que se produzca un cortocircuito accidental en el sistema, sino que también restablece la luz de control del motor.
Si la válvula de control del ralentí está integrada en el cuerpo de la mariposa, es posible que haya que sustituir todo el cuerpo de la mariposa, una operación costosa.
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